Los golpes se fueron encadenando uno tras otros.
La impaciencia se multiplicó.
En Brasil ya no hay margen para más cachetazos futbolísticos y mucho menos cuando se trata de golpes propinados por la selección argentina.
La final de la Copa América 2021 es un herida que aún no cierra para el conjunto brasileño; el 1-0 por las eliminatorias en el Maracaná sigue latente, el 3-0 en el Mundial Sub 17 no se digiere y la última estocada, con el gol de Luciano Gondou en el Preolímpico que se disputó en Venezuela, que significó quedarse sin plaza para Paris 2024, resultó letal.
Tanto que los medios locales fueron despiadados en sus críticas: “se amplía la lista de la vergüenza”..